Reflexiones del PRI sobre las Escrituras | Memoria de Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia

Evangelio
Lucas 9:51-56

Cuando ya se acercaba el tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén. Envió mensajeros por delante y ellos fueron a una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento; pero los samaritanos no quisieron recibirlo, porque supieron que iba a Jerusalén. Ante esta negativa, sus discípulos Santiago y Juan le dijeron: "Señor, ¿quieres que hagamos bajar fuego del cielo para que acabe con ellos?"

Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió. Después se fueron a otra aldea.

Reflexión del Evangelio en palabras de Monseñor Don Fischer

Jesús está en su viaje a Jerusalén, por eso sabemos que este es el final de su ministerio. Y observa cómo sus discípulos reaccionan ante algo que es tan ajeno a lo que él ha estado tratando de enseñarles. Si la gente no hace lo que tú quieres, la destruyes. Y vemos en Jesús un poco de impaciencia, un poco de desilusión.

Él simplemente se da vuelta y los reprende y les dice miren, seguimos adelante. No estamos interesados ​​en el juicio o la condena. Estoy interesado en el viaje. Vamos avanzando hacia una verdad, hacia el reino de Dios.

Oración final

Padre, somos propensos al juicio y la condenación. Dos cosas que Jesús sabe que son tan opuestas al reino que quiere establecer. Libéranos de ese hábito de juzgar y condenar para que podamos entrar más plenamente en la luz y la verdad del Reino. Y te lo pedimos en el nombre de Jesús, Amén.

Kyle Cross