Reflexiones del PRI sobre las Escrituras | Memoria de san Pedro Claver, presbítero
Evangelio
Lucas 6:6-11
Un sábado, Jesús entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y fariseos estaban acechando a Jesús para ver si curaba en sábado y tener así de qué acusarlo.
Pero Jesús, conociendo sus intenciones, le dijo al hombre de la mano paralizada: "Levántate y ponte ahí en medio". El hombre se levantó y se puso en medio. Entonces Jesús les dijo: "Les voy a hacer una pregunta: ¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado: el bien o el mal, salvar una vida o acabar con ella?" Y después de recorrer con la vista a todos los presentes, le dijo al hombre: "Extiende la mano". El la extendió y quedó curado.
Los escribas y fariseos se pusieron furiosos y discutían entre sí lo que le iban a hacer a Jesús.
Reflexión del Evangelio en palabras de Monseñor Don Fischer
Me parece que los fariseos son la sombra de toda religión, una institución que toma poder sobre ti y te quita la libertad. Y entonces, cuando Jesús trata con los fariseos, está allí como sanador. Están ahí como jueces. Y cuando vemos a Jesús señalando sus faltas, su respuesta no es maravillarse, reflexionar o tratar de entender lo que estaba diciendo.
No, sólo tienen un deseo. Un deseo que proviene del miedo. Están siendo atacados y quieren destruir.
Oración final
Padre, tu autoridad habita en nuestros corazones. Nos llamas a discernir cómo y por qué estamos aquí y qué debemos hacer. Así que bendícenos con una actitud de apertura a todas las cosas que no vemos. Ayúdanos a estar abiertos a cambiar la forma en que vemos, cuando nos muestras una nueva verdad. Y te lo pedimos en el nombre de Jesús, Amén.